Este año 2023 es especial, representa el 150 aniversario del nacimiento de Santa Teresa de Lisieux así como el 100 aniversario de su beatificación. Me di cuenta de esto hace unos días mientras visitaba la Basílica de Lisieux por primera vez. Quisiera ser testigo del milagro que Santa Teresa realizó para mi abuela, este milagro le dio la posibilidad de continuar con su vida mientras agonizaba.


Mi nombre es Marc Nasr. Mi abuela Colette Aoun el Ghorayeb nació en 1933 en Damour, un hermoso pueblo de la costa del Líbano. En 1938, cuando tenía 5 años, durante un paseo con su padre junto al río, bebieron de su agua. Sin saber que estaba contaminada, su padre contrajo paratifoidea y Colette contrajo tifoidea, que en aquella época era mortal.


Llevados al hospital, ella y su padre se encontraban en estado muy crítico. Los pusieron a cada uno en una habitación. Sobre la puerta de la habitación de Colette había una fotografía de Santa Teresa de Lisieux. El estado de su padre estaba mejorando pero el de Colette empeoraba y la fiebre no la abandonaba. Ya no comía ni bebía, su madre se arrodillaba a su lado rezando y poniéndole compresas en la frente para bajar la fiebre. Colette estaba en agonía, apenas podía hablar o abrir los ojos. De repente, le dijo a su madre "mira mamá, hay una hermana que viene hacia mí", su madre le pidió que describiera lo que vestía y Colette respondió "una túnica marrón y un velo negro, vino hacia mí sonriendo y puso su mano". en mi frente” entonces su madre le preguntó si era el de la foto que estaba encima de la puerta. Colette le dice que sí. Su madre, asombrada, le dijo que era Santa Teresa y le pidió a Colette que le rezara.


Una hora más tarde, la fiebre bajó, se sintió mejor y comenzó a beber y comer, recuperó las fuerzas gracias a Santa Teresa. Los médicos que habían perdido la esperanza se sorprendieron al ver a Colette recuperada.

Colette murió el año pasado en vísperas del día de San José.
Este testimonio es un pequeño agradecimiento a Santa Teresa porque gracias a ella existe nuestra gran familia. Es también una oportunidad para testificar que Jesús es el único camino, verdad y vida. Pide y recibirás, ten confianza y sobre todo vive en el amor como la pequeña Teresa. Santa Teresa prometió:
“Quiero pasar mi Cielo haciendo el bien en la Tierra”, “Después de mi muerte, haré caer una lluvia de rosas sobre la Tierra”, “Volveré a la Tierra para hacer amar al Amor”.
Y he aquí una prueba más del bien que Santa Teresa, doctora del amor, hace en todas partes de la Tierra.
¡Que el nombre del Señor sea glorificado ahora y siempre!